Es la mejor película-documental sobre el capitalismo que nunca haya visto.
Explica lo que es un empresario, la importancia de la propiedad privada, de las normas claras, de las instituciones, la comunidad y el progreso.
Muestra proyectos individuales que se coordinan por las virtudes del capitalismo.
Y transcurre en un vertedero.
"Welcome to Lagos" es un documental de la BBC sobre las vidas de los habitantes de un vertedero en Lagos -Nigeria-.
En el documental vemos cómo los habitantes del vertedero trabajan duro para seleccionar la basura y aprovecharla. Evidentemente no hay "recursos", no hay "capital" ni hay nada más que basura e iniciativa empresarial.
El dinero que ganan lo ahorran; y es que los habitantes del vertedero ahorran mucho, para una fiesta de cumpleaños de la hija de uno de ellos que cumple un año, o para el sueño de grabar un disco, o para el futuro.
Vemos como en el vertedero surgen negocios, un restaurante que se llena los viernes por la noche para pasar el rato, una manicura (las manos quedan muy sucias tras todo un día entre la basura) o para la construcción de chabolas.
Pero lo que es más importante para los economistas: surgen instituciones.
Hay un escrupuloso respeto a la propiedad privada, y todos pueden dejar sus sacos con lo recogido en un día de trabajo sin temor a que se los roben. Porque cuando pillan a uno robando todos actúan como si fuesen la policía y lo llevan ante un juez.
Porque también hay jueces y hay normas en el vertedero.
Todos reconocen la autoridad de aquel que lleva más años en el vertedero. Y respetan sus decisiones. Cuando el prócer se convence de que el joven al que han pillado robando es un ladrón, no le condena a muerte como muy bien deja claro que podría haber hecho, tan solo le expulsa violentamente del vertedero.
Pero también hay sentido de comunidad y hay crédito.
Cuando uno de los habitantes del vertedero comete un crimen sus compañeros le reprenden y le reprueban. Pero también le ayudan adelantándole el dinero que necesita para pagar la indemnización que acuerdan con la familia de la víctima. Dinero que tendrá que devolver a sus compañeros con el esfuerzo de su trabajo.
Porque incluso en este caso la justicia es privada, aunque vayan a los tribunales oficiales queda bien claro que casi nada pueden esperar de la justicia del gobierno.
¿El gobierno?
El gobierno ni está ni se le espera en los dos primeros capítulos.
Y tan solo aparecen al comienzo del tercero para destruir. Para destruir las casas que con tanto esfuerzo han construido los habitantes de las barriadas.
Para destruir en nombre del progreso, el "Mega-city proyect".
El único miembro del gobierno que habla dice que es "amigo de la comunidad", y habla mucho de los valores tradicionales y el futuro de Lagos. Pero lo único que efectivamente le vemos hacer en su trabajo es destruir las viviendas y robar los bienes de los pobres. Eso sí, por las noches baila en los tejados.
El gobierno no podía estar mejor descrito que en estos en 10 minutos:
Tras ver el documental uno se queda con la esperanza fundada de que todos los niños que vemos tendrán el futuro mejor por el que sus padres tanto están trabajando.
En tres horas grabando en los vertederos de Lagos no vemos "pobres", no vemos la "pobreza", no vemos a nadie necesitado de nuestra ayuda. Vemos personas. Personas que tienen planes, proyectos, familia y seres a los que quieren, personas que trabajan y que salen adelante, viven. Son individuos, no pobres.
Hay situaciones muy duras. Hay niños que trabajan en astilleros; ellos mismos dicen que si no trabajan no comen, y aprenden un oficio. Hay trabajadores que mueren por las pésimas condiciones de trabajo. Y sus compañeros hacen huelga y parece que consiguen las mejoras (que consisten en ponerse unos simples guantes). Hay problemas, y hay situaciones muy duras; y hay vidas y gentes que intentan solucionarlas.
En tres horas grabando en los vertederos de Lagos no vemos "pobres", no vemos la "pobreza", no vemos a nadie necesitado de nuestra ayuda. Vemos personas. Personas que tienen planes, proyectos, familia y seres a los que quieren, personas que trabajan y que salen adelante, viven. Son individuos, no pobres.
Hay situaciones muy duras. Hay niños que trabajan en astilleros; ellos mismos dicen que si no trabajan no comen, y aprenden un oficio. Hay trabajadores que mueren por las pésimas condiciones de trabajo. Y sus compañeros hacen huelga y parece que consiguen las mejoras (que consisten en ponerse unos simples guantes). Hay problemas, y hay situaciones muy duras; y hay vidas y gentes que intentan solucionarlas.
Pero también un economista austriaco se queda con la duda de por qué la sociedad libertaria solo surge en la extrema pobreza. Por qué con el crecimiento económico también crecen las instituciones formales, y por qué con estas los programas que lastran ese mismo crecimiento.
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